El mundo azul a la boca
Lactarius indigo |
Estamos rodeados de tanta
maravilla que se nos hace increíble el solo hecho de pensar que en nuestras
montañas obtenemos lo más rico y nutritivo. En nuestro país (Guatemala) existe
gran variedad de hongos comestibles y venenosos…
Para diferenciar uno de otro los
ancestros usaron diferentes técnicas, una de ellas es: ponían a hervir el hongo
con un diente de ajo; y al introducirles una cuchara o algún objeto de plata,
si este se tornaba de color negro era venenosos el hongo, o si al probarlos tenían
un sabor amargo igual eran venenosos, técnica que para muchos científicos resultaba
absurdo, pues eso no arrojaba a
resultados más avanzados, ni mucho menos se conocía la composición en si de
ellos. Con el paso del tiempo muchas de las investigaciones realizadas por
personas expertas en el área, coincidieron con los resultados que los ancestros
obtenían de manera empírica.
En Guatemala el consumo de hongos
es tan característico pues, forma parte de la identidad y tradición que acá se tiene.
Lactarius
indigo también es conocido como hongo azul, Rawi’xar que significa cabeza de
shara (por su color azul, similar al del pájaro shara) en el idioma Kakchiquel.
Es una especie que crece en bosques donde hay mayor presencia de desechos orgánicos,
es decir hojas y ramas en descomposición, su fructificación se da especialmente
en los meses de junio a septiembre y en épocas de lluvia el mundo se torna azul
en los bosques, pues esta especie es de fácil reproducción y aprovechan la
temporada para apoderarse de todo lo que es adecuado para ellos.
Seguramente para muchos de
nosotros ver el hongo de color azul es raro y dudamos en introducirlo a
nuestras cocinas, tienen un olor agradable, suave como la tierra y un sabor
dulce, característico de otros hongos comestibles.
L. indigo está compuesto por un
sombrero que llega a medir de 3 a 15 cm de diámetro y la base un máximo de 10
cm.
Su contenido nutricional es
realmente alto, contiene de 15 a 35% de proteínas, contenido aún más grande de
lo que nos aportan los vegetales, su poco contenido de carbohidratos los hace
un alimento bajo en calorías y recomendable. También aportan vitaminas como la
riboflavina, niacina, vitamina C; así como algunos minerales fundamentales para
la dieta humana.
¿Y cómo prepararlos? Una buena
manera de cocinarlos es a la parrilla, teniendo cuidado de no cocinarlos
demasiado ya que pierden su color, sabor y contenido nutricional.
Salteado con cebolla, ajo, epazote
y tomate es otra técnica culinaria más conocida. También se puede preparar de
manera ancestral en recado y acompañarlo de una tortilla recién salida del
comal.
J. Recinos
http://biblioteca.usac.edu.gt/tesis/06/06_3184.pdf
http://www.cedesan.sesan.gob.gt/index.php/component/k2/item/673-beneficios-nutricionales-y-ecol%C3%B3gicos-de-los-hongos-comestibles-silvestres
http://www.naturalista.mx/taxa/120951-Lactarius-indigo
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